Un grupo de personas entra en un despacho sin ventanas, moqueta negra y paredes grises. Les dicen que ha estallado una guerra mundial y que están en un globo aerostático cruzando el océano. El globo pierde altura, y los integrantes tendrán que decidir, en base a sus habilidades, quién se tira al mar para que el resto sobreviva.
Así es como se están transformando los procesos de selección; especialmente en los que sirven para contratar masivamente y están dirigidos a perfiles jóvenes; Y que así se deja de lado el currículo, se evitan los sesgos y se centran en las habilidades, aunque admiten que estas pruebas no son para todas las edades.
En un gran multicines de Cornellà de Llobregat (Barcelona), Securitas Direct ha montado esta semana uno de estos procesos gamificados (que tienen un componente de juego). Para cubrir unas 200 vacantes de comercial telefónico y de atención al cliente, ha convocado a unas 8.000 personas (entre las rechazadas de procesos anteriores y las que acuden a través de plataformas de búsqueda de empleo o de redes sociales). Calculan que un 10% acudirá a la cita.
El recorrido es sencillo: tras orientarles y ofrecerles algo de comer y beber, acceden a una sala de cine. Ahí, tres o cuatro reclutadores están sentados de espaldas.
El candidato se sitúa frente a un micro y empieza a hablar. Se le plantea un caso práctico: un cliente está muy enfadado y quiere rescindir el contrato: convéncele para que no lo haga.
En esta imitación del programa televisivo La Voz, el objetivo es precisamente centrarse en cómo hablan los candidatos (la voz será la herramienta de trabajo principal) pero también, al estar de espaldas, evitar sesgos de los reclutadores, según explica la empresa.
Cada vez mas sectores se unen a este tipo de dinámicas, donde incluyen juegos y dejan de lado los procesos convencionales.
“Cada vez es menos importante el currículo o cómo son, lo primordial es su talento para solucionar problemas”
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