La Unión Europea
arroja en su estadística de 2023 una media de 36,1 horas semanales trabajadas
por empleado en sus estados miembros de entre 20 y 64 años. Según el Eurostat,
en España ese dato se sitúa en 36,4. Los países con la jornada más larga (48
horas) legalmente permitida son Alemania, Países Bajos, Dinamarca e Irlanda. Su
media real según el Eurostat, en cambio, se sitúa entre las 32,2 y las 35,5
horas.
Entre los
estados con una jornada laboral más corta destaca Francia. La media se situaba
en 36 horas semanales, aunque en realidad se había pactado entre 1998 y 2003
una media de 35 horas.
El proyecto de
ley de reducción de la jornada laboral hasta 37,5 horas semanales será aprobado
el próximo martes por el Consejo de Ministros. El anuncio de la ministra de
Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz (Sumar), llega tras el acuerdo firmado
el pasado mes de diciembre con CCOO y UGT, al que no se sumaron las
organizaciones empresariales CEOE y Cepyme al entender que la jornada laboral
es una materia que debe fijarse vía negociación colectiva.
¿Cuándo entrará
en vigor?
La hoja de ruta de la cartera de Trabajo es que la norma se publique en el Boletín Oficial del Estado (BOE) antes del verano para que las empresas puedan tener unos meses de adaptación. La norma llega a la mesa del Consejo de Ministros como proyecto de ley. Luego será remitida al Congreso para su tramitación parlamentarios. Los diferentes grupos podrán introducir enmiendas antes de su aprobación definitiva, en el caso de que Díaz consiguiera el respaldo de la mayoría necesaria.
¿A quién afecta la medida?
La reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales beneficiará a los trabajadores no cubiertos por convenios colectivos. También se aplicará a las empresas cuya jornada supera esas horas en promedio anual. El plazo para adaptarse será hasta el 31 de diciembre de este año.
¿Cómo se aplicará?
Las compañías deberán reformular el control de horario. De esta manera, será obligatorio un sistema digital de registro horario accesible para los empleados y para la Inspección de Trabajo, que funcionará «a tiempo real». Los empleados ficharán directamente al inicio y final de la jornada, en la que quedarán plasmadas las interrupciones.
Sanciones más severas
No habrá
sanciones globales. El Gobierno central multará con hasta 10.000 euros por
empleado a las empresas que incumplan con el registro horario y la reducción de
la jornada laboral. La transgresión de los límites legales de la jornada
laboral (trabajo nocturno, horas extra, descansos, vacaciones...) se
sancionarán con multas de 1.000 a 2.000 en grado leve; de 2.000 a 5.000 en
grado medio y hasta 10.000 en el caso de las graves.
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