La habilidad de las empresas para proporcionar a sus equipos
herramientas y servicios de formación que maximicen su potencial y les permitan
obtener los mejores resultados será fundamental para determinar el éxito
empresarial en 2025. Por ello, la consultora BTS, especializada en el
desarrollo y crecimiento de las organizaciones mediante el talento humano, ha
identificado cinco tendencias clave que marcarán la diferencia en el próximo
año para obtener una ventaja competitiva mediante estas estrategias.
En este contexto, Ignacio Mazo, Vicepresidente y Responsable
del Centro de Excelencia de Liderazgo y Coaching para el Sur de Europa y
Latinoamérica en BTS, ha señalado que "lograr que los equipos se impliquen
en los programas de formación y desarrollo de habilidades puede ser complicado,
pero cuando se consigue, se convierte en un elemento diferenciador para el
éxito de la empresa a corto y medio plazo. Utilizando herramientas como la
Inteligencia Artificial (IA) y simulaciones de negocio con metodologías
personalizadas, que permiten practicar decisiones en entornos seguros y sin
riesgos".
Con todo esto en mente, y basándose en su experiencia con
clientes y su enfoque innovador, la consultora sueca destaca cinco tendencias
clave en el ámbito de la formación y el desarrollo del talento para 2025:
- Formación
personalizada mediante IA: Las aplicaciones de la IA en diversos
sectores han irrumpido de manera disruptiva, y la formación de
profesionales no es una excepción. El próximo año, las empresas que deseen
mantenerse a la vanguardia y no quedarse atrás en la competencia deberán
implementar herramientas basadas en IA, que tienen la ventaja de ser
altamente personalizables y accesibles en cualquier momento. En este
ámbito, BTS ofrece chatbots impulsados por IA que permiten, por ejemplo,
entrenar a equipos comerciales en simulaciones de conversaciones con
clientes potenciales y actuales. La principal ventaja de estas
herramientas es su disponibilidad desde cualquier lugar y en cualquier
momento, y la capacidad de recibir retroalimentación objetiva y
personalizada basada en criterios establecidos, lo que facilita la
identificación de áreas de mejora.
- El
impacto de las simulaciones de negocio: Uno de los desafíos frecuentes
en los programas de formación es la falta de motivación e involucramiento
de los participantes, especialmente con herramientas de formación online
simples. Las simulaciones de negocio surgen como una solución relevante para
combatir este problema, ya que permiten a los equipos trabajar en entornos
controlados y sin riesgo, practicando las decisiones que deben tomar en su
trabajo diario y evaluando sus consecuencias. Esto no solo mejora el
conocimiento del negocio, sino que también ayuda a entender qué acciones
son más efectivas para alcanzar los objetivos de la empresa y la
estrategia corporativa.
- Fomentar
una cultura de aprendizaje continuo como motor del éxito: Las
organizaciones están comprendiendo que una cultura organizacional sólida
no es un simple complemento, sino un motor estratégico que puede marcar la
diferencia. El verdadero éxito surge cuando los aspectos estratégicos y
operativos se alinean con los valores y objetivos culturales de la
empresa. Fomentar una cultura de aprendizaje continuo no solo mejora la
capacidad de adaptación frente a los cambios externos, sino que también
genera cohesión interna y atrae talento. En un mundo donde los profesionales,
tanto nuevos como experimentados, son conscientes de la necesidad de
mantenerse actualizados, una empresa que promueva el aprendizaje continuo
se convierte en un lugar más atractivo para trabajar.
- El
desarrollo de líderes, actuales y futuros, seguirá siendo fundamental:
En un entorno empresarial marcado por rápidos cambios, contar con líderes
capacitados para enfrentar los retos es esencial. Por ello, la formación
de aquellos responsables de equipos, desde la alta dirección hasta los
supervisores, será un factor clave para lograr y mantener una ventaja
competitiva. Las empresas deberán implementar programas y proporcionar
herramientas que permitan a sus líderes aceptar los cambios como parte de
su día a día y verlos como una oportunidad. Además, deberán ser capaces de
transmitir esta mentalidad a sus equipos.
- Aprendizaje
y reskilling continuo, impulsado por la tecnología: La evolución
económica y social exige una capacidad de adaptación rápida. Por ello, el
buen uso de la tecnología se convierte en una herramienta clave para
personalizar el aprendizaje y permitir la práctica en entornos seguros
antes de enfrentarse a la realidad cambiante. La mencionada cultura de
aprendizaje continuo, el balance en el uso de soluciones tecnológicas y
actividades presenciales, así como un cambio de mentalidad hacia el
aprendizaje como herramienta estratégica, serán factores esenciales para
mantenerse competitivo en 2025 y en los años siguientes.
En resumen, en 2025 las tendencias en formación, como el
aprendizaje personalizado, el desarrollo de habilidades digitales, y el
liderazgo inclusivo y resiliente, serán fundamentales para mantener la
competitividad empresarial. Las organizaciones que inviertan en programas de
desarrollo enfocados en innovación, propósito y tecnología estarán mejor
posicionadas para afrontar los desafíos de un mercado dinámico. Finalmente,
formar líderes que combinen habilidades técnicas y emocionales no solo
impulsará el éxito operativo, sino que también fortalecerá la cultura
organizacional, garantizando equipos comprometidos y preparados para el futuro,
concluyó Mazo.
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